¡Buenas!
He tenido este tema bastante abandonado últimamente, es una pena pero tanto exámenes de final de carrera, viajes y demás no he tenido mucho tiempo. A ver si con la ayuda de un amigo y compañero que comienza una nueva andadura bloguera con
http://www.yosiemprefuicamarero.com/ hay ese pique sano por seguir buscando cosas que nos sorprendan. Pasaos por su blog que está muy interesante y además siempre habrá algo sobre lo que hablar y divertirse.
Bueno, vamos a ir centrándonos, este amigo me paso la siguiente imagen.
Si le dais a ampliar veréis los resultados obtenidos y en qué consistía la campaña.
Aunque de lo que me gustaría hablar es del tipo de publicidad que se hace, algo muy poco frecuente y personalmente no muy bien visto. Partiendo de la base que la publicidad tiene pocos límites por no decir ninguno y sin meterme en lo moral e inmoral de esta situación creo que invadir "el espacio personal" de una persona puede tener consecuencias negativas. Como digo, no estoy hablando sobre la moralidad del acto sino de la repercusiones hacia la marca que pueda tener esta campaña.
Es decir, hoy en día que tenemos cientos de impactos publicitarios al día que te lleguen de esta forma es muy diferente, incluso si lo miramos así es positiva ya que de una manera u otra la marca puede ser recordada pero ese recuerdo puede ser negativo, con lo cual hablarás mal del tema. Estamos ante un caso de toda publicidad es buena incluso la mala, lo cual, desde mi punto de vista, hoy en día no se cumple ya que ya de por sí la publicidad en muchos sectores está mal vista, si encima le obligas a la gente a verla mediante una mala forma tienes muchos peligros que correr.
Pero bueno, como detalle personal, supongo que ya sabían que esto era arriesgado cuando contrataron carteristas ya que este trabajo dudo que lo hayan hecho reparteflyers. (Esto para que no haya malos entendidos es una deducción personal).
Buenas noches.